lunes, 15 de junio de 2009

Por esos pequeños momentos...

¿Cuantos de nosotros no habremos dejado pasar algo por alto? ¿Cuantos habremos sabido sumergirnos en las maravillas de un paisaje, de una obra de pintura, de una escultura bien trabajada o la simple belleza de ver como el sol desaparece a la lejanía, ocultándose lentamente tras esas montañas abruptas, que a la par que se muestran mas oscuras, mas bello se torna el paisaje?

Vayamos a otros momentos mas simples si cabe, ¿Cuantos hemos visto un huevo eclosionar? ¿Cuantos vimos como un bebé toma su primer aliento de vida?, el primer aliento que romperá en un lloro enternecedor, pues significa el comienzo de una plena existencia...

A eso me remito... a cuantos de nosotros hemos sabido identificar esos instantes y nos hemos podido regocijar en ellos. Desgracidamente pocos.

No saliendo demasiado del tema, en un estudio no demasiado reciente, pero que tampoco se demora a años, un grandioso violinista como lo es Joshua Bell, entró en un metro, y empezó a hacer sonar dulcemente su Stradivarius. (Para los que no conozcan del tema, un violín de sublime calidad, los mejores hasta la época y valorados en millones de euros). Pues tras casi una hora de interpretación no logró llegar a amasar siquiera cuarenta dólares, cuando la noche anterior, en un recital las entradas llegaron a pagarse por mas de mil de estos.

Bien, pues de toda la gente que pasó frente a el, de cientas de personas, tan solo una fué capaz de reconocer a tan hábil músico e intercambió palabras con este.

¿Que sacar de todo esto? Las ocasiones hay que saber identificarlas, hay que saber aprovecharlas, no hay que esperar a que lleguen otra vez, pues cuando pasa el tren, es posible que sea el último en pasar. No esperéis a que alguien os diga cuales son las cosas de las que hay disfrutar, buscadlas, identificaos con ellas, sed capaces de identificar a Joshua, sed capaces de saber admirar unas notas, si sois capaces de admirar una, mas preciosa encontraréis la melodía. Pararos, y disfrutad.

Todo está cerca de vosotros, aunque no os deis cuenta, esa persona especial, si, decidselo, no os calleis, cuanto antes se lo digais más tiempo tendréis luego que disfrutar, esa noche que al final decides quedarte en casa porque estás algo cansado siempre es la noche que ocurre algo fuera de lo común.

En vuestras manos está el poder ser felices, el poder disfrutar de la vida, el sentirse que el tiempo se está aprovechando bien...

Solo vosotros podéis saber que es lo que tenéis que hacer...